Fecha: 2011-VI-26
Longitud: 12 km.
Dificultad: ninguna
Valoración: *****
Como está previsto que vaya a hacer el calor del siglo hemos elegido hacer una ruta llana (esta vez nada de falsos llanos) y supuestamente en sombra (por lo de verde).
Salimos de las piscinas fluviales de Campezo (Fresnedo). Las barbacoas funciona
n ya y las piscinas también.
Retrocedemos unos metros para poder tomar la pasarela que cruza la carretera por arriba. Unos letreros indican direcciones y distancias. Antoñana a 4 km. Allá vamos!
El camino sigue el recorrido del río Berrón. Los campos de cereales se suceden y tenemos una ocasión inmejorable para diferenciar el trigo de la avena y la cebada. “Sol y sombra” y temperatura alta pero de momento soportable.
Un poco antes de Antoñana la vía desemboca en una carretera que en unos pocos cientos de metros nos lleva a la Estación de Antoñana mientras contemplamos bonitas panorámicas del pueblo. Lo que parece la estación está habi
tada y un cartel deja bien claro que se trata de una “propiedad privada”. Hay otra construcción y unos vagones de tren que tal vez harán de Centro de Interpretación en el futuro. De momento estamos en crisis.
Cruzamos la carretera por una espectacular pasarela…y el calor comienza a apretar un poco más. Paneles informativo con nuevos datos: 5 km hasta Atauri y 3 más hasta Maeztu. En un momento se atraviesa un pequeño túnel que no requiere de nin-guna iluminación. Seguimos con el “sol y sombra”, pero todo el sol empieza a agobiar más de la cuenta. Comer fruta y beber sientan de maravilla y seguramente son imprescindible
s para el organismo.
Llegada a Atauri. Otro descansillo. Seguimos al principio el recorrido del río y luego se pasa por una ermita solitaria (de ahí el nombre de “Ermita de la Soledad”), una construcción románica con ábside semicircular del siglo XIII.
Al poco volvemos a cruzar la carretera por otra pas
arela y nos situamos a la altura de las piscinas del pueblo que están hasta a rebosar. La última parte del recorrido la hacemos con la panorámica del pueblo y la estación del ferrocarril, perfectamente reconstruida y habilitada como ayuntamiento. Calor sofocante…así que…no apreciamos demasiado la belleza del entorno.
Las cañas con limón, insuper
ables… aire acondicionado y buena comida en el conocido Restaurante Izki. Vuelta en taxi hasta Campezo para coger el coche. Como es una ber-lina tiene precio de autobús… Después de la comida y la sobremesa, refrescamiento en el río Musitu. Agua fresca, limpia, sombra total… esto es vida.
Longitud: 12 km.
Dificultad: ninguna
Valoración: *****
Como está previsto que vaya a hacer el calor del siglo hemos elegido hacer una ruta llana (esta vez nada de falsos llanos) y supuestamente en sombra (por lo de verde).
Salimos de las piscinas fluviales de Campezo (Fresnedo). Las barbacoas funciona
n ya y las piscinas también.Retrocedemos unos metros para poder tomar la pasarela que cruza la carretera por arriba. Unos letreros indican direcciones y distancias. Antoñana a 4 km. Allá vamos!
El camino sigue el recorrido del río Berrón. Los campos de cereales se suceden y tenemos una ocasión inmejorable para diferenciar el trigo de la avena y la cebada. “Sol y sombra” y temperatura alta pero de momento soportable.
Un poco antes de Antoñana la vía desemboca en una carretera que en unos pocos cientos de metros nos lleva a la Estación de Antoñana mientras contemplamos bonitas panorámicas del pueblo. Lo que parece la estación está habi
tada y un cartel deja bien claro que se trata de una “propiedad privada”. Hay otra construcción y unos vagones de tren que tal vez harán de Centro de Interpretación en el futuro. De momento estamos en crisis.Cruzamos la carretera por una espectacular pasarela…y el calor comienza a apretar un poco más. Paneles informativo con nuevos datos: 5 km hasta Atauri y 3 más hasta Maeztu. En un momento se atraviesa un pequeño túnel que no requiere de nin-guna iluminación. Seguimos con el “sol y sombra”, pero todo el sol empieza a agobiar más de la cuenta. Comer fruta y beber sientan de maravilla y seguramente son imprescindible
s para el organismo.Llegada a Atauri. Otro descansillo. Seguimos al principio el recorrido del río y luego se pasa por una ermita solitaria (de ahí el nombre de “Ermita de la Soledad”), una construcción románica con ábside semicircular del siglo XIII.
Al poco volvemos a cruzar la carretera por otra pas
arela y nos situamos a la altura de las piscinas del pueblo que están hasta a rebosar. La última parte del recorrido la hacemos con la panorámica del pueblo y la estación del ferrocarril, perfectamente reconstruida y habilitada como ayuntamiento. Calor sofocante…así que…no apreciamos demasiado la belleza del entorno.Las cañas con limón, insuper
ables… aire acondicionado y buena comida en el conocido Restaurante Izki. Vuelta en taxi hasta Campezo para coger el coche. Como es una ber-lina tiene precio de autobús… Después de la comida y la sobremesa, refrescamiento en el río Musitu. Agua fresca, limpia, sombra total… esto es vida.
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