Fecha: 2010-II-28
Desnivel: 364 m.
Duración: 1:30 subida y otro tanto de bajada
Peligrosidad: ninguna
Interés: *****. Extraordinarias vistas de la bahía de Santoña-Laredo, marismas, playa de Berria…Bosque de laurisilva, madroño, encinas…
No hemos hecho caso de la Ciclogénesis Explosiva, y el día ha resultado bonito de verdad. Eso, sí, una vez más hemos cambiado de recorrido. Hemos cambiado el Repico por el Buciero de Santoña.
En Santoña, hemos aparcado en el paseo marítimo, bastante al final. Desde donde hemos dejado el coche se ve la cruz del Buciero (parece blanca, pero será negra).
Avanzamos hasta el fondo del paseo, y al llegar a las escaleras del Fuerte de San Martín, se sube y hemos subido. Hay paneles informativos de los diferentes recorridos. El recorrido está marcado perfectamente.
Durante los primeros 20’ coincidimos con el itinerario periférico de los faros (que ya hemos hecho anteriormente), en un recorrido costero con bonitas vistas.
Al llegar a la casa de la leña (20’), a los pocos metros, aparece hacia la izquierda el camino hacia la cumbre. Hay un poste señalizador. Abandonamos, pues el camino de los faros y tomamos el de la cumbre. Está marcado. N o hacemos caso de un sendero bien definido que a unos doscientos metros aparece hacia la izquierda y que no está marcado. Es cuestión de seguir nuestras marcas.
El recorrido se adentra en el bosque siguiendo caminos que en otros tiempos fueron vías de explotación de hierro. Pasamos por trincheras, dolinas que aquí se llaman chorcos, … hay que andar atentos a las señales y al sendero en los cambios de rasante… Pero la intuición es la intuición. Hay marcas y no hay que despistarse. Laureles, encinas y madroños, resto del bosque mediterráneo que abundó en un tiempo más cálido.
Vamos avanzando sobre un terrenos ondulado. En un momento toca subir con un poco más de determinación (50’), y seguir subiendo mantenidamente. En un momento, al llegar a un collado boscoso, el sendero se desdobla. Tomamos el que sube hacia arriba, que nos saca del arbolado y nos conduce a una pradera ascendente. Cruzar la pradera y seguir las marcas.
Desnivel: 364 m.
Duración: 1:30 subida y otro tanto de bajada
Peligrosidad: ninguna
Interés: *****. Extraordinarias vistas de la bahía de Santoña-Laredo, marismas, playa de Berria…Bosque de laurisilva, madroño, encinas…
No hemos hecho caso de la Ciclogénesis Explosiva, y el día ha resultado bonito de verdad. Eso, sí, una vez más hemos cambiado de recorrido. Hemos cambiado el Repico por el Buciero de Santoña.
En Santoña, hemos aparcado en el paseo marítimo, bastante al final. Desde donde hemos dejado el coche se ve la cruz del Buciero (parece blanca, pero será negra).
Avanzamos hasta el fondo del paseo, y al llegar a las escaleras del Fuerte de San Martín, se sube y hemos subido. Hay paneles informativos de los diferentes recorridos. El recorrido está marcado perfectamente.
Durante los primeros 20’ coincidimos con el itinerario periférico de los faros (que ya hemos hecho anteriormente), en un recorrido costero con bonitas vistas.
Al llegar a la casa de la leña (20’), a los pocos metros, aparece hacia la izquierda el camino hacia la cumbre. Hay un poste señalizador. Abandonamos, pues el camino de los faros y tomamos el de la cumbre. Está marcado. N o hacemos caso de un sendero bien definido que a unos doscientos metros aparece hacia la izquierda y que no está marcado. Es cuestión de seguir nuestras marcas.
El recorrido se adentra en el bosque siguiendo caminos que en otros tiempos fueron vías de explotación de hierro. Pasamos por trincheras, dolinas que aquí se llaman chorcos, … hay que andar atentos a las señales y al sendero en los cambios de rasante… Pero la intuición es la intuición. Hay marcas y no hay que despistarse. Laureles, encinas y madroños, resto del bosque mediterráneo que abundó en un tiempo más cálido.
Vamos avanzando sobre un terrenos ondulado. En un momento toca subir con un poco más de determinación (50’), y seguir subiendo mantenidamente. En un momento, al llegar a un collado boscoso, el sendero se desdobla. Tomamos el que sube hacia arriba, que nos saca del arbolado y nos conduce a una pradera ascendente. Cruzar la pradera y seguir las marcas.
Al poco aparece la desviación al Ganzo (376). Hay un poste señalizador de las dos cimas. Nosotros continuamos en un giro a la izquierda hacia la cruz del Buciero.
Cima (1h30’), con vistas extraordinarias, y macedonia esquisita a base de fresas, naranja, zumo, sacarina…, besteak beste, y la cumbre.